
Vuelvo a la ciudad después de un paréntesis de frío. A cinco grados bajo cero, también se congelan las preocupaciones. De regreso, todo te parece más cálido y menos kármico y, después de recuperar el móvil y el correo, te das cuenta de que siendo menos accesible también te vuelves menos accesoria: cinco SMS de preocupación (¿qué te pasa?) y dos mensajes de voz con dudas (¿estás enfadada por algo?), además de dos emails cariñosos ('te echo de menos', 'tengo ganas de verte') bastan para volver a decir sí a una no-relación...
Kira
2 comentarios
parapo -
"bastan para volver a decir sí a una no-relación... "
Rojo Dos -